Tomar cannabis legal se está convirtiendo poco a poco en un agradable hábito recreativo, gracias a la reciente legalización de innumerables variedades de marihuana despotenciada.
Sin embargo, tomar cannabis antes de estudiar o trabajar tiene sus pros y sus contras, una práctica que todavía está siendo estudiada por toda la comunidad científica.
¿Ayuda el cannabis a la concentración? ¿Puede aumentar la capacidad de estudio? El debate al respecto es muy amplio.
En este artículo hablaremos de las ventajas e inconvenientes, pero antes nos parece correcto especificar que el objetivo de este contenido es puramente informativo: nada promocional, sólo información veraz de fuentes autorizadas.
Cómo afecta el cannabis al cerebro
Los estudios realizados hasta ahora sobre los efectos del cannabis en el cerebro, aunque parecen casi totalmente inconclusos, revelan algunos detalles bastante interesantes y dignos de mención.
Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y dirigida por la neurocientífica Sina Aslan, de la Universidad de Texas en Dallas, en Estados Unidos, sobre el impacto neurológico de la marihuana ha demostrado que el consumo regular de cannabis reduce el volumen del cerebro a largo plazo, aumentando la complejidad de sus conexiones neurológicas.
Sencillamente, habría una pérdida de volumen, pero se compensaría con un mayor número de conexiones entre las neuronas, aunque el uso a largo plazo de esta sustancia podría seguir causando efectos nocivos.
Por primera vez se ha escaneado el cerebro humano a través de 3 técnicas diferentes de resonancia magnética capaces de proporcionar una imagen amplia y completa de las diferentes características y de los cambios que se producen. Los resultados obtenidos sugieren un aumento de la conectividad, tanto estructural como funcional, que podría compensar cualquier pérdida de materia gris.
Por otro lado, la misma conectividad estructural, el llamado "cableado" del cerebro, comenzaría a degradarse con el uso prolongado del cannabis, un inconveniente causado esencialmente por la presencia del THC, un principio activo con acción psicotrópica y psicoactiva, a menudo presente en la sustancia en concentraciones considerables.
El cannabis contiene distintas concentraciones de CBD, un compuesto potencialmente terapéutico que, entre sus muchos beneficios, puede ayudar a calmar la ansiedad. Sin embargo, los estudios han demostrado que el consumo de inflorescencias de cáñamo puede causar problemas a corto plazo relacionados con el pensamiento, la memoria, así como la función ejecutiva y psicomotriz, ya que el tetrahidrocannabinol tiende a manifestar sus efectos uniéndose a los receptores presentes en regiones cerebrales vitales para la formación de la memoria, como el hipocampo, la amígdala y la corteza cerebral.
Estudiar bajo los efectos del cannabis: las principales ventajas
¿Podría estar bajo la influencia del cannabis realmente ayudar a mejorar el rendimiento en los estudios?
Esta es una de las preguntas más frecuentes que suelen hacerse las personas que consumen marihuana de forma recreativa. Desde el punto de vista científico, por citar un ejemplo trivial, los enfermos de epilepsia pediátrica resistentes a los tratamientos médicos convencionales pueden beneficiarse del cannabis de varias maneras: lo fundamental es el cannabinoide CBD, no el THC psicoactivo.
Hay varios casos en los que pacientes con epilepsia grave que tomaron cannabis enriquecido con CBD experimentaron no sólo una reducción significativa de la frecuencia de las convulsiones, sino también un aumento de la atención, así como una mejora del estado de ánimo y de la calidad del sueño.
Es significativo el ejemplo del Estado de Rhode Island que recientemente autorizó el uso del cannabis medicinal también en el tratamiento del autismo. Por lo tanto, no hace falta decir que, dependiendo de las circunstancias y tras consultar con el médico tratante, los sujetos con condiciones neurodivergentes específicas pueden beneficiarse de un aumento de la capacidad de aprendizaje, mejorando en consecuencia los resultados de sus estudios, simplemente tomando cannabis de forma regular.
¿Pueden las personas que no padecen estas enfermedades beneficiarse del consumo de cannabis? La respuesta parece ser afirmativa también en este caso, ya que las variedades de marihuana derivadas del cannabis indica son ideales para la relajación, reduciendo significativamente la ansiedad, el estrés y el insomnio, además de facilitar el sueño y el descanso.
Dormir lo suficiente siempre ha sido un factor enormemente descuidado que puede acarrear graves problemas de salud: es aún más importante que los estudiantes mantengan un ciclo circadiano lo más regular posible, que incluya al menos entre 6 y 8 horas de sueño. Por ello, tomar cannabis antes de estudiar permite tener la mente más relajada, así como aumentar la concentración de forma óptima, favoreciendo así el rendimiento óptimo de las actividades mentales previstas.
Estudiar después de fumar cannabis: las desventajas
¿Cuáles son las desventajas de estudiar después de fumar cannabis? Dependiendo de la variedad de cannabis que se utilice, así como de las circunstancias y el contexto en el que se use, la marihuana puede ser beneficiosa para estudiar después de consumirla, siempre que sea en dosis moderadas.
Por supuesto, hacer un examen bajo los efectos del cannabis, especialmente si es rico en THC, es siempre desaconsejable, pero aún así puede mejorar el flujo de pensamiento y la creatividad. Por otro lado, una de las principales desventajas tiene que ver con la memoria espacial, así como con la memoria de trabajo, es decir, la capacidad de procesar información en tiempo real, que inevitablemente se ven afectadas de forma negativa.
Por lo tanto, si estás estudiando con el objetivo de retener a largo plazo lo que has aprendido, el cannabis probablemente puede facilitar el aprendizaje, pero al mismo tiempo puede ayudarte a olvidarlo mucho más rápidamente.
Una buena hierba puede mejorar la productividad
Hay muchas variedades de marihuana que pueden relajarte lo suficiente como para ayudarte a dormir después de un duro y estresante día de trabajo. Otras tantas son las genéticas, sobre todo de cannabis sativa, que presentan los efectos contrarios, gracias a tipos de cannabinoides diferentes y muy variables: de hecho, son capaces de ofrecer sensaciones estimulantes y energéticas, ya que contienen concentraciones de cannabinoides que estimulan eficazmente la producción de dopamina en el cerebro en mayor medida que el cannabis indica.
La misma producción de dopamina permite por tanto percibir una sensación de placer y satisfacción, la misma que caracteriza a un estímulo motivacional significativo, fenómeno que se produce gracias a la presencia de los receptores cannabinoides CB1 y CB2 comúnmente presentes en el cerebro. Así que fumar buena hierba puede beneficiarte definitivamente, estimulando la productividad y el impulso.
Por supuesto, la moderación y el sentido común deben prevalecer una vez más: el consumo de cannabis en dosis adecuadas, así como el aceite de CBD, los cristales de marihuana o las infusiones pueden aportar beneficios y ventajas que, sin embargo, quedarían anulados por el abuso y la mera adicción.
¿Qué efectos secundarios tiene marihuana?
Los efectos secundarios derivados de fumar marihuana no legal, entre los más graves y comunes, son el pánico, la paranoia o la psicosis aguda. El grado de estos efectos secundarios varía según la cantidad de thc presente en la marihuana y la cantidad consumida.
La mayoría de estos efectos negativos que puede causar la marihuana se producen a corto plazo, sin embargo, el uso de una cantidad excesiva, la marihuana también afecta a estados excesivos de ansiedad, depresión, psicosis, pánico, trastornos de conducta, falta de motivación o abstinencia.